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 Barcelona salió de su letargo futbolístico recién a los 80 minutos, con un gol que surgió de la banca de suplentes, para vencer al actual bicampeón nacional, Deportivo Quito, anoche en el estadio Monumental.

Los canarios tardaron casi todo el partido en consolidar su escaso ataque en una anotación por las complicaciones de su planteamiento, mermado por las ausencias de seis jugadores titulares (el golero Máximo Banguera, los zagueros laterales Giovanni Nazareno, Omar de Jesús, los volantes Luis Bolaños, Fernando Hidalgo y el atacante Ricardo Noir).

Barcelona sintió en la cancha el efecto de sus bajas. El principal síntoma fue un medio campo lento y fragmentado. Al volante argentino Christian Sánchez Prette le costó cumplir el rol de armador.

Además, el centrocampista Matías Oyola fue subutilizado en la posición de contención. Las pocas veces que podía subir fueron las únicas acciones que le permitían a los canarios aproximarse a la zona custodiada con mucha tranquilidad por Jhovanni Ibarra durante el primer tiempo.